Las causas de los pies demasiado fríos pueden ser varias. Una de las más comunes es la mala circulación. Para que nuestro cuerpo mantenga una temperatura regular es necesario que la sangre fluya perfectamente, oxigenando todos los tejidos. Al mismo tiempo, la mala circulación puede ser causada por diferentes factores, como una tasa metabólica baja, una baja tensión arterial, etc.
La mala alimentación también puede causar frío en las extremidades, porque cuando hay deficiencia de vitaminas y nutrientes, el cuerpo se centra en mantener el calor y el buen funcionamiento de los órganos principales, y los pies o las manos pueden quedar relegados. También, el frío en los pies puede deberse a factores externos, como un mal calzado que genere transpirar en exceso y provoque tener las extremidades húmedas todo el día.
Las claves para prevenir los pies fríos son, entre otras:
En caso de tener los pies fríos de forma constante y sin ningún tipo de aparente solución, entonces debemos acudir al especialista porque los pies fríos pueden ser causa de alguna enfermedad.